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un cometa vagabundo zigzaguea entre las constelacionesa su paso va dejando lagrimas de rocio sideral(tejidas por driades vestidas con panoplias) y perfumes de estrellas forjadas por martillos olvidados zigzaguea entre las nebulosas rojas y va dejando caer sus luces como un barco atrapado en un rio infinitocomo un parpado pintado por el sueñose abre paso entre el cinturon de asteroides con los ojos vendados por un pañuelo de seday con una bufanda se protege del viento de hielo y de los susurros de eolo que lo mecen como a un columpiodesterrado por las lunas taciturnasignorado por las flores que crecen en los anillos de saturnodescansa en los sistemas planetarios que no son alcanzados por la mirada azul del telescopio con cada paso que da se escucha el estruendo del mar de piedrascomo una caracola que tiene adentro a los oceanos como un cuadro que tiene todos los verdes el verde del atardecer el verde del eter el verde de las pupilas el verde de venusa su paso va conviertiendo las cenizas en fuegoy el fuego en destellos de luz multicolor que baila como una aguila en un tornado o como una serpiente que se come por la colay como un trapecista de circose va meciendo entre los soles del espacioque se hunden en sus ocasosmientras el se hunde en la espuma del mar
he perdido mi apetito por la voz del oraculoahora todas tus palabras tienen soluciones matematicas mi aura a sido de todos los colores menos los del arcoiris sostenido por columnas de marmol pero aun tengo guardado en lo mas profundo de mi necedada la bestia dormida que sueña con arcangeles freneticosy con jaurias de lobos blancos entrenados para matar lentamenteextraño los tiempos en que nadie sabia su nombreesos tiempos en donde todo el mundo bailaba de rabia y odio las balas de recuerdos se clavaban en los corazones y todos los ojos se movian borrachos entre los gritos esos tiempos en donde los relojes de arena funcionaban al reves y habian desfiles tan caoticos como el silenciorevoloteaba como una mosca fosforecente alrededor de todos los vicios existentes y de otros inventados tambienmientras las nubes cortaban la luna como una daga cortando un ojo en una noche de lluvia recuerdo esos dias en donde estaba intoxicado con el perfume de la ciudad derretidauna ciudad de calles confuzas y estrechas donde en lo profundo vivia un leviatan cansado de las risas burlonas y de los maniquies que miraban desde las ventanaslos pulpos se enroscaban en los postes esperando al crepusculo ensangrentadopara nadar hacia los arrecifes destruidos por la mirada de las serpientes serpientes sin veneno serpientes sin colmillospero aun guardo mis recuerdos encadenados a una escultura con un corazon lleno de licory confio mis tesoros a un arlequin de pupilas esquizofrenicasesperando a que las caravanas sonambulasme lleven a un horizonte envuelto en llamas